El argentino Sebastián Báez derrotó al tenista local Dominic Thiem superando por 6-3, 6-1 para proclamarse campeón del Torneo de Kitzbühel, Austria, logrando así el tercer título ATP Tour de su carrera en el Generali Open, bajo condiciones pesadas debido a la lluvia y jugado sobre arcilla, para redondear una semana para el recuerdo en el Tirol austriaco.
“Sé que todos querían que ganara Domi”, bromeó Báez durante la ceremonia de premios. “Enhorabuena, porque sabemos que eres un gran jugador. Hace muchos años te veía en televisión y me motivaste para estar hoy aquí. Ánimo para tu equipo y espero que sigas jugando mejor cada semana”, añadió el argentino, que esta semana estuvo asesorado por Martín Cáceres.
“Sebastián Gutiérrez está en casa creo que, festejando, espero que esté contento”, subrayó recordando en la distancia la figura su mentor, que lo acompañará en el US Open. “Creo que siempre me repite que me merezco ser feliz, es una persona que ha luchado tanto y la que quiero mucho, gracias a mi familia, amigos y equipo, gracias a ellos estoy acá, bajo la lluvia, pero feliz, voy a disfrutar este momento que pasa rápido, pero esforzándome cada día”.
El porteño, que inauguró su palmarés ATP Tour sobre la arcilla del ATP 250 de Estoril en la temporada 2022, sigue ampliando una colección de trofeos cada vez más poblada en su vitrina; se trata del segundo título ATP Tour de la temporada 2023 para el argentino, coronado en el polvo de ladrillo del Córdoba Open el pasado mes de febrero.
Una jornada de cielos cubiertos convirtió la final en un reto para la paciencia, un retraso superior a la hora sobre el horario previsto colocó a Báez en una situación exigente, aguardando el momento para enfrentar a un jugador arropado por el público y con hambre acumulada en el vestuario.
Nada de ello pareció detener a un Báez decidido a escribir su destino. Las manos veloces del argentino contrarrestaron desde el inicio las fortalezas de su rival, colocado a merced en la línea de fondo y sometido por el orden táctico del sudamericano. Sebastián cerró el partido sin entregar un turno de servicio y arrebatando el 48% de los puntos al resto, una demostración absoluta de sus reflejos. 
