El Paquete Económico de 2023 está blindado, es prudente y realizable, contrario al pesimismo que han manifestado los analistas económicos, afirmó el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio.
En entrevista con El Financiero, indicó que el plan B que tiene la Secretaría de Hacienda, en el caso de que no se cumplan los supuestos de ingresos, sería reasignar el gasto o pausar inversiones, toda vez que no se puede incurrir en mayor endeudamiento que el autorizado por el Congreso.
Destacó que para darle estabilidad a los ingresos continuarán con las coberturas petroleras, en tasas de interés y de tipo de cambio, y consideró que todavía hay margen para seguir aumentando los ingresos por fiscalización. “Seguiremos con las coberturas petroleras porque son una herramienta valiosa que permite proteger el presupuesto, y también hemos expandido el programa de coberturas para el tipo de cambio y las tasas de interés u otro tipo de insumos por los cuales México puede estar obteniendo ingresos”.
Presupuesto es realista
Yorio defendió la propuesta del Ejecutivo, al señalar que tiene un marco macroeconómico que quiere contribuir a anclar las expectativas de crecimiento económico e inflación, pero la base sobre la cual se formuló el Presupuesto se hizo tomando en cuenta los diferentes escenarios macroeconómicos.
“Si se fijan hay un crecimiento que va de 1.2 a 3 por ciento del PIB y eso implica diferentes escenarios de combinaciones de inflación, de tasa de interés, de tipo de cambio y precio del petróleo, y todos estos escenarios coinciden en una base sobre la cual se formuló el Presupuesto”, dijo. Por ello consideró que el Presupuesto está bastante anclado y es muy realista, y tendría que haber un choque como el del Covid-19 para que hubiera una desviación significativa.
“El Presupuesto es bastante conservador, y si tuviera desviaciones se pueden abordar desde cualquier estrategia de manejo fiscal: quizás es el Paquete que tiene la más alta flexibilidad financiera, debido a que estamos incrementando el gasto de inversión de 3.1 a 3.6 por ciento y eso significa que si hubiera una eventualidad como la de tipo Covid-19, se podrían poner en pausa algunas de las obras de infraestructura y también existirán políticas de austeridad que puede implementar el Presidente, tienen márgenes más pequeños, pero también abonan”, abundó.
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