Aceite de pitaya: la fórmula pensada para el exclusivo cuidado de la piel

Cuando Cristóbal Matiella se encontraba en la universidad, descubrió el enorme potencial que tenía la semilla de pitaya, una fruta endémica considerada un superalimento que crece de manera importante en el Desierto de Sonora. Sus investigaciones lo llevaron a lograr extraer el aceite de pitaya y descubrir las bondades que tenía para la piel, fue entonces que se asoció con Óscar Tapia y juntos fundaron Sonora Silvestre.

Hoy estos dos emprendedores se han aventurado en una cruzada por demostrar los beneficios del aceite de pitaya, el primer producto que es la punta de lanza de su marca, la cual también abarcará otras materias primas que se encuentran disponibles en ese desierto natural. Dichas materias primas pueden ser utilizadas en la elaboración de todo tipo de productos para el cuidado de la piel. La intención es buscar distribuirlas a través de su tienda en línea, así como en distintos spas de hoteles, como ya lo hacen en la Riviera Maya.

“Este aceite tiene muchas propiedades para humectar la piel, nutrirla y evitar la aparición de líneas de expresión, también ayuda a la protección de rayos ultravioletas”,  dice entusiasmado Cristóbal, a quien parece no se le terminan las palabras cuando se trata de hablar de las bondades de este proyecto.

Cristóbal asegura que su producto no es resultado solo de una cuestión de moda para querer aparentar que han desarrollado una propuesta sustentable y original, mejor dicho, es un producto que afirma se encuentra respaldado por la academia; por lo que han podido demostrar que los ingredientes que vienen de ambientes silvestres tienen una carga de bioactivos más grande, por lo que resultan más benéficos para la piel.