Un diferente Día del Niño

Corría el mes de septiembre del año pasado cuando un grupo integrado por expertos de la Organización Mundial de la Salud y del Banco Mundial emitieron un informe llamado Informe Anual Sobre Preparación Mundial de Emergencias Sanitarias. El informe advertía que el mundo no estaba preparado para enfrentar un brote de lo que llamaba “algún tipo de gripe más agresiva que la influenza”.

Quién diría que meses después esa previsión se convertiría en realidad. Como no es el propósito de este espacio mortificar más de lo que ya pueda estar. De lo que nos ocuparemos aquí es de dos fechas importantes que están por venir y cuya celebración implica idear formas alternativas para que no pasen inadvertidas: el Día del Niño y la Niña y el Día de Madres.

Por cuestiones de espacio nos referiremos aquí al Día del Niño y de la Niña, ya más adelante será sobre el Día de las Madres. En otras circunstancias a estas alturas de abril se estuviera armando la pachanga para festejar a los peques del hogar. Las madres de familia traería al plebero de tienda en tienda para elegir el atuendo a lucir en la fiesta de la escuela. Desde ropa hasta calzado, casi siempre de una o dos tallas más grandes “para que desquite”, y en ese ejercicio allá van los chamacos con pantalones con un hilván que por dentro da casi a la rodilla. Si los zapatos casi se salen no importa “con una plantilla quedan”.

A los predigitales nos tocaron festejos muy elementales; las maestras se coordinaban con las madres de familia para decidir el suculento menú y quién llevaría qué platillo. El salón se adornaba con globos de colores pegados a la pared con estática, en un ejercicio de ecología se frotaban en el cabello o la ropa y la física hacía el resto. Se amenizaba con juegos tipo “Póngale la cola al burro” o “Las sillitas” y tan tan.

Si alguna alma caritativa que vivía cerca de la escuela prestaba el tocadiscos y discos había música, el riesgo era que no a todos gustara la selección musical. A los seis o diez años de edad la música de trío o de rondalla no es la favorita. Hoy, los tiempos son inusuales y el reto es ¿Cómo festejar? Cómo hacer para que en medio del confinamiento los niños y las niñas no sientan que un día que era muy esperado pasa como uno más. Los del Departamento de Vida y Estilo de A2D3 proponen que invite a su criatura a lucir ese día, entre lo que tiene, lo que más le agrade. No importa que no combine para nada, el chiste es que el niño o la niña esté contento y sienta que el día es especial.

Puede consentirle preparando la comida que más le agrada e incluyendo algún postre. Puede bailar con él o con ella y platicar sobre qué hará una vez que estos momentos pasen. Tiempos traen tiempos y estos son extraordinarios. Es tiempo de echar a volar la creatividad hasta para festejar. También es tiempo de recordar que no todos los niños y las niñas la están pasando bien.

Si en sus manos está apoyarles, es el momento de hacerlo. No podemos hacer de lado la empatía, la solidaridad, aquello que nos vuelve humanos. Gracias por leer estas líneas. Comentarios y etcétera por favor en adosdetres@hotmail.com; en Twitter en @MarisaPineda Que tenga una semana de mucha creatividad.

Por:  Marisa Pineda

más información en: https://www.debate.com.mx/opinion/Marisa-Pineda-A-Dos-de-Tres-Un-diferente-Dia-del-Nino-20200421-0322.html

Deja un comentario