Mala tendencia para la Bolsa este año

La de la Bolsa sigue siendo una historia de inanición evidente. Los volúmenes de operación en muchas emisoras son ínfimos, en algunos casos demasiado

No me refiero a la ganancia acumulada entre enero y abril. Esa es bastante buena. Hasta el cierre de ayer el rendimiento del año era de 10.8%, nada despreciable. Más bien me refiero a las noticias que algunas emisoras han hecho públicas y que describen un encogimiento del mercado.

El pasado lunes, OMA, empresa administradora de aeropuertos, autorizó la oferta de un accionista para comprar hasta el 25% de los títulos en circulación. El movimiento se tenía contemplado desde el año pasado, pero ahora es una realidad.

La empresa permanecerá cotizando, pero el número de acciones susceptibles de compra – venta se reduciría. Hasta el día de hoy su participación en el índice S&P/BMV IPC es de 1.45 por ciento.

El pasado viernes, Grupo Lala anunció su intención de lanzar una oferta pública para recomprar todas sus acciones en circulación. A pesar de que pagarían una prima de 20% por encima de las cotizaciones recientes, es un valor inferior al precio en que se colocó originalmente, lo cual es de llamar la atención.

Esta misma semana se anunció que el Banco Santander mejorará las condiciones para concretar la oferta de compra por la totalidad de las acciones de la subsidiaria Santander México (BSMX), que anunció a inicios de este año, con el objetivo de dejar de cotizar en la bolsa local.

En un dato adicional IENOVA, cerró la oferta en donde su matriz adquirió el 96% de las acciones. Hasta hoy, su participación en el S&P/BMV IPC es de 1.20 por ciento. Sin embargo, aquí se habla de que se listaría Sempra Energy, su controladora, en la BMV.

El valor de mercado de estas emisoras en conjunto es aproximadamente 370,000 millones de pesos. Aunque algunas no pertenecen al índice principal, estamos hablando de al menos 3% del indicador.

De este modo, en lugar de ver a un mercado que con el tiempo logra ampliar la oferta, vemos que siguen siendo los mismos nombres los que permanecen. Los más recientes como Lala o BSMX (porque esos se colocaron hace no tanto tiempo) deciden salir del mercado.

Las motivaciones pueden ser distintas; en el caso de BSMX tal vez es por la rentabilidad del banco en comparación a otras unidades de la matriz y una acción en el mercado que no reconocía ese valor. En Lala, tal vez es la decepción de que la salida a bolsa fue una estrategia que no detonó valor.

La de la bolsa sigue siendo una historia de inanición evidente. Los volúmenes de operación en muchas emisoras son ínfimos, en algunos casos demasiado. Si no es por la operación ocasional de inversionistas extranjeros o de las Afores, la bolsa carece de un número de participantes que la permita vivir por sí misma.

Por supuesto que la médula del asunto es que la economía no tiene una historia interesante de crecimiento que vender, no sólo en esta administración sino en al menos un par de décadas.

Tampoco tiene el interés de los posibles inversionistas locales de mantener sus recursos invertidos en negocios que son viejos conocidos y que se perciben como bien valuados.

La opción de invertir en activos internacionales a través del SIC y la facilidad de abrir cuentas de inversión en el extranjero, en mercados mucho más líquidos y que ofrecen más opciones, también ha sido un factor de peso que ha reprimido el desarrollo del mercado local.

Por el lado de la oferta, basta decir que no ha habido colocaciones de acciones en el mercado desde hace mucho tiempo.

Parece ser que Grupo Bafar quiere reactivar su salida a bolsa, pero aun así seguimos viendo un mercado con poca profundidad, a pesar de los cambios que se han hecho para permitir más jugadores en el mercado como ha sido la creación de Biva y la promesa de que eso iba a detonar más colocaciones. Sí se han colocado algunos otros instrumentos, pero acciones como tal, no.

Habrá que trabajar mucho para crear una historia de valor interesante y después para fortalecer los incentivos para poder participar en la Bolsa local. No se ve fácil. Por el momento parece que el mercado de acciones mexicano se vuelve todavía más concentrado y pequeño.

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