La Escuela Normal de Educación Preescolar llevará el nombre de la destacada mentora

Como un reconocimiento a su trayectoria magisterial y a las gestiones que impulsó como directora de la Escuela Normal de Educación Preescolar, a la que dedicó 25 de sus 52 años laborales, la maestra Nelly Rosa Montes de Oca y Sabido fue homenajeada por esta comunidad educativa, asignando su nombre a dicha institución, que este mes cumple más de cuatro décadas al servicio de la sociedad.

En emotiva ceremonia, la titular de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (Segey), Loreto Villanueva Trujillo, develó la placa que oficializa la instauración de la nueva nomenclatura del plantel y resaltó la importancia del legado de la laureada, que ha sido base para que las generaciones que tuvo a su cargo respondan a la altura de los retos de este tiempo.

“Hay momentos en que los maestros enseñamos e inspiramos, dejando una huella profunda en los corazones de nuestros alumnos, y maestra Nelly, usted es nuestra inspiración. Por una vida dedicada a la educación, le felicitamos y reconocemos con gran admiración todo el trabajo que ha realizado, las enseñanzas que nos ha dado y lo que nos ha inspirado. Muchísimas felicidades. Me siento muy contenta de estar en la Escuela Normal de Educación Preescolar “Nelly Rosa Montes de Oca y Sabido”, manifestó.

Asimismo, subrayó que doña Nelly Rosa se mantiene activa hasta la fecha, en lo que respecta a su preparación profesional, ya que está por culminar un diplomado en Desarrollo Integral del Adulto Mayor, y trabaja en un proyecto editorial orientado a rescatar y difundir el acervo histórico de esta Escuela Normal.

Al hacer uso de la palabra, la maestra agradeció la distinción y aconsejó a las y los alumnos, que estudian en ese plantel a dar lo mejor de sí en su formación, para que la institución siga siendo un referente en instrucción académica de calidad y una importante promotora de acciones que beneficien a la infancia.

“En el umbral de mis 90 años, disfruto de este momento mágico de mi carrera magisterial. Para el ser humano, es innato el deseo de trascender, se refleja en nombres escritos en los pupitres o los nombres que pasan de padres a hijos; hoy, ver el mío escrito con letras grandes, al frente de esta Escuela y en la placa que develamos, supera con creces esta expectativa”, señaló.

 

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