Daddy Yankee inició una demanda federal de gran alcance contra su exesposa Mireddys González, su exmanejador Raphy Pina y otros colaboradores, a quienes señala de participar en un presunto plan fraudulento que habría operado desde 2015 hasta 2025. La acción legal fue presentada el 29 de noviembre ante el Tribunal del Distrito de Puerto Rico y se ampara en la Ley RICO, utilizada en Estados Unidos para perseguir esquemas organizados de corrupción o crimen financiero. Según el documento, los acusados habrían manipulado contratos, alterado registros de derechos de autor y desviado regalías que correspondían al artista.
La demanda indica que durante más de diez años se habrían gestionado negociaciones fraudulentas mediante “split sheets” alterados, contratos modificados y documentación supuestamente falsificada para incluir a Pina como coautor o beneficiario en múltiples canciones del catálogo del cantante. El argumento central es que estas maniobras habrían permitido el desvío sistemático de ingresos hacia empresas vinculadas al productor, sin participación creativa real y sin conocimiento del artista.
¿Qué irregularidades señala la demanda y cómo habría funcionado el presunto esquema?
De acuerdo con la querella, el presunto fraude no habría sido una serie de acciones aisladas, sino una operación estructurada en la que participaron varios individuos y corporaciones relacionadas con Pina. Entre las acusaciones destacan la manipulación de registros oficiales de copyright, la falsificación de firmas, la modificación interna de contratos y la eliminación de correos electrónicos corporativos que podían servir como evidencia de irregularidades.
La demanda señala también que se habrían aplicado tácticas de control emocional, manipulación y presunta intimidación para evitar cuestionamientos dentro de las empresas del artista. Según los documentos, el cantante tuvo conocimiento de estas acciones después de separarse de Mireddys González en 2024, cuando retomó el manejo directo de sus corporaciones y detectó inconsistencias en archivos, cuentas y documentos administrativos. Una auditoría independiente habría reforzado dichas sospechas al encontrar registros incompletos y discrepancias en la autoría de varias obras.
Los señalados y el contexto que detonó la acción legal
Además de González y Pina, la demanda incluye al abogado Edwin Prado-Galarza, al productor Andrés Coll-Fernández y a varias compañías editoriales y discográficas asociadas al exmanejador. Todos habrían tenido participación, directa o indirecta, en decisiones administrativas y contractuales que impactaron el flujo de regalías del intérprete de “Gasolina”.
El conflicto surge en un escenario de separación sentimental y empresarial. Tras su divorcio, Daddy Yankee retomó la supervisión interna de sus compañías —entre ellas Los Cangris, Inc.— y, al revisar los archivos corporativos, encontró señales que consideró suficientes para iniciar acciones legales. El artista sostiene que el presunto desvío de regalías afectó de manera significativa su patrimonio y su control creativo.
Qué busca Daddy Yankee con esta demanda federal
En su presentación ante la corte, el cantante pide que se corrijan todos los registros de derechos de autor que hayan sido modificados sin su consentimiento, además de exigir el reembolso de regalías desviadas durante el presunto periodo de fraude. Como la demanda se presentó bajo la ley RICO, el monto de los daños podría triplicarse si el tribunal determina que existió un esquema organizado.
Asimismo, solicita una orden judicial permanente que impida a los acusados reclamar participación o beneficios en las obras involucradas en el caso. De comprobarse la magnitud del fraude que describe la demanda, el litigio podría convertirse en uno de los más significativos dentro de la industria del reguetón y la música urbana.
