Hipocresía y corrupción. Esto es, en resumen, lo que resaltan periodistas, comentaristas y analistas políticos en torno al escándalo de familiares y funcionarios del círculo de AMLO exhibidos en viajes de lujo que revelan la opulencia en que ellos viven.

Estos fifís que rechazan tamales de chipilín y prefieren tres estrellas Michelín, confirman lo que buena parte de la población mexicana ya sabe: la 4T es falsedad, doblez, fingen cualidades y principios. La pobreza franciscana que dicen abrazar, la imponen para la población mientras ellos reposan en boato y confort insultantes. Llagas para el pueblo, glamour para ellos.

Estos familiares, amigos y colaboradores cercanos del Peje son cuestionados también por la riqueza que alardean. La pregunta es de dónde proviene tanta fertilidad.

La exuberancia de sus gustos supera en mucho el salario que les paga el pueblo, emolumento que en sí mismo es alto e injustificado en demasía. Analistas coinciden en conclusión lógica: enriquecimiento ilícito proveniente de la corrupción, el soborno y abuso del poder. Se usa contratos públicos para empresas de allegados a los políticos, por ello no se concursan obras ni servicios sino que se asignan, violando, de paso, la ley. Las regulaciones son manipuladas en favor de esos intereses de grupo.
Al tiempo que Morena se decía castillo de honrados caballeros, desmanteló instancias autónomas colaboradoras de la transparencia, la rendición de cuentas y el combate a la corrupción. ¡Qué contradicción más reveladora!

Esta casta privilegiada rehúsa decir de dónde proviene su copiosidad monetaria, pero exhibe a detalle, violando otra vez la ley, salarios, propiedades y otros ingresos de periodistas y críticos del régimen. Quieren callar a quien les exige vivir sólo con dos pares de zapatos y $200 en la bolsa, como pregonó López Obrador.

El despliegue de lujo de estos aristócratas generó también otro cuestionamiento: ¿Por qué vacacionan y despilfarran en Europa y no en esta patria que, según Claudia Sheinbaum, está en vías de ser el mejor país del mundo?

¿Por qué estos hidalgos no cabalgan por los empobrecidos Oaxaca y Chiapas para esparcir ahí cuando menos migajas de su opulencia? ¿Por qué no turistean por Tierra Caliente y otros corredores de la muerte controlados por el crimen organizado?

Si prefieren salir del país entonces por qué no viajan a Cuba, Venezuela o Nicaragua, esos reinados del socialismo y la igualdad donde el pueblo vive feliz y ahíto. A su paso por la isla caribeña estos morenistas podrían prometer que regresarán las estatuas de Fidel Castro y el Che Guevara a su banca de Ciudad de México. Y en Venezuela y Nicaragua ofrecer otras dos estatuas, en el mismo sitio, para Nicolás Maduro y Daniel Ortega.

Esta minoría privilegiada de expriistas, expanistas y experredistas maldice el capital y el neoliberalismo pero se bañan en él. Les repugna la miseria del socialismo izquierdista pero quieren implantarlo en México para mantener sus privilegios y rentas.

La jerarquía de la 4T roba, miente y traiciona. Así lo confirman estos viajes de postín y exceso. El partido oficial ya no oculta su bandera, la hipocresía y la corrupción ondean en lo más alto.

Hanzel Vargas Aguilar/Dahemont…

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