En un mensaje contundente desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que no mantiene comunicación con Andrés Manuel López Obrador, quien —subrayó— cumple su promesa de retiro en Palenque, Chiapas. La mandataria atribuyó las críticas de la oposición al “amor que el pueblo sigue teniendo” por el expresidente y enfatizó que “la Cuarta Transformación inició una nueva era en México” desde 2018. “Él está contento, escribiendo… quizá riéndose de estos comentarios”, afirmó sobre AMLO, mientras reivindicaba la continuidad del proyecto transformador.
La presidenta desmintió categóricamente cualquier intento de deslinde político: “¿Cómo vamos a traicionar nuestro origen?”, cuestionó ante quienes esperaban un distanciamiento. Sheinbaum recalcó que su gobierno representa la “continuidad” de los principios de la 4T y “jamás abandonará al pueblo”. Este posicionamiento llega en un contexto donde opositores han especulado sobre tensiones entre ambos líderes, teorías que la mandataria calificó de “infundadas y oportunistas”.
Con tono reflexivo, Sheinbaum recordó que López Obrador anunció su retiro seis meses antes de concluir su mandato, prometiendo dedicarse a escribir. “¿Qué sorpresa hay? Al contrario, cumple como siempre lo ha hecho”, destacó, anticipando con humor la publicación de “no uno, sino varios libros” del tabasqueño. Este comentario revela la naturalidad con que vive el gobierno la transición, mientras proyecta unidad ideológica más allá de las figuras.
El discurso de Sheinbaum trazó una línea histórica: desde las luchas sociales que antecedieron a la 4T hasta la consolidación del movimiento que hoy gobierna. “Muchos se convencieron con el tiempo de este proyecto”, señaló, contrastando con quienes “ahora pretenden dividir”. La mandataria aprovechó para enviar un mensaje claro: su administración mantendrá el rumbo de transformación, sin ceder a presiones de grupos opositores.
Al cerrar su intervención, la presidenta mezcló firmeza política y calidez humana: “Vamos bien, el pueblo está con nosotros”, afirmó, dejando claro que la conexión con las bases sigue intacta. Mientras López Obrador escribe su siguiente capítulo literario desde Chiapas, Sheinbaum escribe el capítulo gubernamental de una historia que, insiste, sigue siendo colectiva. La frase final resonó como un juramento: “Nunca traicionaremos lo que somos”.