Decíamos –en líneas pasadas– que la mandataria Sheinbaum buscaba, no muy afanada, deslindarse de su padrino y antecesor en la presidencia de México, hecho un cochinero cual zahúrda. Su margen de maniobra era mínimo, sobre todo rodeada de cancerberos en las áreas más importantes de su gabinete y ampliado. Sin embargo, sus asesores y los … Sigue leyendo SE COME LA COLA…
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