Fuerte llamado del periodista ERIK MANZANILLA, director de Presidio MX por el maltrato que desde el gobierno anterior están recibiendo los periodistas de la nota roja (policía)
Durante una editorial, relató que lo ocurrido al colega de los medios de comunicación DARWIN CANCHÉ SOSA fue una clara muestra de que los periodistas que cubren esta fuente no tienen mayor protección.
Mientras el reportero de “Estamos Aquí” cubría la noticia de un joven arriba de una torre de energía de la CFE en el fraccionamiento Juan Pablo II, frente a la pasividad de los policías estatales fue agredido Canché Sosa por los angustiados familiares del protagonista que estaba dando la nota en vivo.
La atención se centró entonces en los golpes que recibía el comunicador, que además fue detenido y esposado por los agentes, que antes observaron cómo le lanzaban rocas, lo insultaban y se dirigían a golpearlo, sin intervenir, ni verbalmente.
Se pueden comprender las circunstancias del momento y la angustia y mal sabor de boca entre los familiares cuya única preocupación era que el joven llegara con bien al piso.
Lo que no se puede comprender es la nula acción de la Policía Yucateca para evitar este tipo de ataques hacia los reporteros yucatecos, especialmente aquellos que tienen la difícil tarea de informar sobre temas de seguridad pública y la llamada “nota roja”.
Son cada vez más frecuentes los casos de agresiones a periodistas en los cuales la Policía Yucateca incluso, hemos sido testigos que incitan a terceras personas a “sacar” a los reporteros mediante amenazas de atacarlos, mientras los uniformados se alejan unos minutos para dar oportunidad a ello.
El más reciente fue en el parque de la colonia Azcorra, donde un muchachito murió electrocutado y cuyo padre, presa del dolor, se acercó al cordón policial y amenazó con golpear a los reporteros presentes.
Los policías no invitaron al afligido padre a regresar a donde estaba, sino corrieron del lugar a los comunicadores, que una vez en el otro extremo del parque, el reportero de “Mérida al Día” fue alcanzado por el señor y golpeado su teléfono celular, que tuvo daños. Todo frente a la vista pasiva de policías estatales y municipales.
También reporteros de ECO Yucatán han sido agredidos en diferentes ocasiones mientras cubrían noticias, las más reciente en el fraccionamiento Vergel por mototaxistas y en el Periférico de Mérida, por un supuesto “stripper” cuyo familiar protagonizó un atropellamiento.
En este caso se golpeó al comunicador y lo afectó en sus bienes materiales.
Han sido amedrentados, detenidos y esposados también reporteros de los periódicos De Peso, ¡del Diario de Yucatán y Por Esto!, así como de la página de noticias “Ciudadanos al Día”, este último durante la pandemia.
Lo ocurrido anteanoche es una confirmación para todos los periodistas de Yucatán de que están solos, que no se cuenta con garantías para ejercer la profesión de manera segura para garantizar la libertad de expresión.
ACOTACION EXTRA
Es importante precisar que los reporteros de la fuente policiaca o nota roja no son tantos como los que cubren la fuente política, por lo que son ampliamente conocidos en las corporaciones de seguridad pública, por lo que como explica el conocido periodista Erik Manzanilla, resulta preocupante que las agresiones contra los integrantes del gremio periodístico de nota roja, no les estén permitiendo realizar su labor que es simplemente informar.
Además, cómo nos explica el experto en periodismo policiaco, si este tipo de actividades son en áreas públicas, un periodista puede llevar al cabo en este caso una transmisión en vivo, puesto que su trabajo es informar.
No es posible que sean amenazados, agredidos e insultados, y lo más grave que se intente coartar su libertad de ejercer su profesión.
En el pasado gobierno hubo actos de persecución contra Erik Manzanilla y su familia, lo cual confirma que los periodistas de policía están teniendo serios problemas para poder cubrir su actividad.
Y hasta detenciones con excesivo lujo de violencia, sin que los autores de este no reciban mínimo una llamada de atención.
Se espera que este llamado aterrice en buen puerto y no se sigan permitiendo más agresiones contra los comunicadores de policía.