El peso mexicano perdió atractivo como una moneda popular de inversión entre los operadores de carry trade luego de que la divisa nacional sufriera episodios de fuerte depreciación como respuesta a la hipersensibilidad de los mercados ante la publicación de datos macroeconómicos decepcionantes, señaló el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).
Durante agosto de 2024, las economías emergentes, como México y Brasil, experimentaron episodios de fuerte volatilidad, que afectaron a sus monedas de alto rendimiento. Según el BIS, este fenómeno fue impulsado por la publicación de datos decepcionantes del mercado laboral en Estados Unidos el 2 de agosto, lo que generó temores sobre un debilitamiento económico global.
El reporte también señala que la volatilidad se intensificó con las acciones del Banco de Japón, que ajustó su política monetaria por primera vez en dos décadas. Esto afectó las posiciones apalancadas en yenes, provocando una revalorización de la moneda japonesa y una depreciación de las divisas de inversión, entre ellas el peso mexicano.
“Las condiciones de financiamiento más restrictivas en yenes fueron uno de los detonantes de la turbulencia”, destacó el BIS. Estas operaciones de carry trade, que se basan en endeudarse en monedas de bajo interés para invertir en divisas con mayor rendimiento, sufrieron reversiones que impactaron al peso.
Además, el BIS advirtió que los desafíos macroeconómicos, como el riesgo de una desaceleración global y la incertidumbre política interna en países como México, también influyeron en la depreciación de la moneda.
Finalmente, el informe subrayó la posible burbuja especulativa en las empresas tecnológicas, similar a la burbuja de las puntocom de los años 90, advirtiendo que el optimismo excesivo podría generar decepciones en el futuro.