Jugar con recortes de papel favorece la creatividad y puede generar felicidad.

El Informe Mundial de la Felicidad 2024 de la ONU sitúa a México en el puesto 25, lo que lo convierte en el país más feliz de Latinoamérica.

El ser humano ha inventado tanto conceptos como actividades relacionadas a la felicidad. Hay quienes gustan de la adrenalina de los juegos mecánicos, otros buscan la calma en una caminata por un bosque y hay quienes encuentran en la creación la felicidad que necesitan en sus vidas
Trozos de papel y felicidad.

Elena Hormiga, docente en ESDESIGN, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, recomienda enseñar a los estudiantes a crear figuras a través de recortes de papel para que experimenten sin saber cuál va a ser el resultado, “jugar, descartar, volver a probar y a veces, sólo a veces, encontrar algo que nos sorprenda y nos gusta”.

“Los recortes (papercuts) son una manera divertidísima de volver a conectar con el papel. No nos sentimos expuestos, no se trata de dibujar bien o mal, sino de jugar, volvemos a ser libres.

Hemos dejado fuera el miedo a ser juzgados, porque se entiende que todo saldrá regular tirando a mal. Por eso nos concentramos en el reto y nos ponemos a trabajar, conectando con el papel”, indica.

La docente explica que jugar con los recortes de papel puede ayudarnos a oxigenar nuestros procesos creativos, refrescarnos; para ello plantea tres fases, cada una ayuda a la creación.

● Fase 1: Generar mucho material
Hormiga explica que es la fase más liberadora, “consiste en experimentar con materiales y colores, manchar papeles, rasgarlos, cortarlos… Simplemente dejarnos llevar y permitirnos hacer a las manos. Conectar con la energía que nos hace avanzar sin miedo, sin críticas, con mirada inocente y generar material como único fin”.
Algunas ideas que ella propone son garabatear con rotuladores, pinceles, ceras, etcétera; manchar una esponja con acuarela, témpera o grafito; crear módulos con goma eva y utilizarlos como sellos; pintar sobre distintos tipos de papel, y cortar el papel en formas aleatorias, ya sea con tijeras, cúter o con las manos.

● Fase 2: Componer
Una vez que se ha conseguido suficiente material, lo siguiente es crear figuras en automático, ya sea que te enfoques en la representación de un tema en concreto o simplemente acerques unas piezas de papel a otras buscando conexiones. “Esta es la opción que me gusta más, porque no hay expectativas y porque me encantan las sorpresas.

Todo se vale, sólo estamos jugando”, indica la docente de ESDESIGN.
Una vez que tengamos creada una figura que nos parezca linda y apetecible para un cuadro, lo siguiente es pegar las piezas con sumo cuidado para no llenarnos de capas y capas de pegamento o manchar nuestra obra de arte.

● Fase 3: Conceptualizar
Hormiga indica que puede que lleguemos a este paso o no, que consiste en asignarle un título, “el eje central de esta fase es la inmensa potencia que ofrece la unión entre texto e imagen. Podemos experimentar con distintos grados de tensión: ¿las palabras acompañan el texto?, ¿lo complementan?, ¿lo contradicen?”.

Para Elena es importante retirarnos un poco de las tecnologías y dejar que nuestras manos jueguen con materiales, “es un regalo que deberíamos ofrecernos de vez en cuando”. Tener este tipo de experiencias puede inducir a un estado de satisfacción y felicidad.