Un chico británico comenzó a perder el sentido de la vista y el oído por ingerir por más de una década papas fritas y salchichas, el caso fue documentado por la revista ‘Annals of the Internal Medicine’.
Al joven se le detectó un trastorno alimentario identificado como ARFID (trastorno de alimentación selectiva por sus siglas en inglés), además de una afección llamada ‘neuropatía óptica nutricional’, que sólo se ve en países con alta tasa de desnutrición.
La mamá del chico notó las consecuencias de la comida chatarra al ver que su hijo perdía la audición a los 14 años, según consignó el periódico ‘The Independent’.