¿Importan los enfermos? – Sinergia de Palabras

¿Importan los enfermos?

Nashim Avilés

Sinergia de Palabras

En los últimos días las noticias referentes al sector salud han proliferado desmesuradamente, todos los titulares, sin importar la fuente de la cual provengan, al final convergen en una misma opinión: El sector salud, está en crisis. Si bien, este hecho, sea vuelto un golpe, más que nada, mediático, al final termina siendo una realidad inocultable, y, de hecho, no es un problema reciente.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 4to nos menciona que: Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. Aquella línea resulta maravillosa, y podemos decir que hasta utópico perteneciente a un país primer mundista, pero, ¿realmente esto se cumple en nuestro país?

Hace tan solo un mes, en las redes sociales circulaba la noticia de un joven que murió en brazos de su madre a las afueras del Hospital O’Horán, ya que en el nosocomio le negaron la atención médica, todo acontecido aquí en Mérida, Yucatán. Sin embargo, lo anterior no es un caso fortuito, ya que también nos encontramos noticias similares en Michoacán donde no atendieron a un hombre de 87 años, reportado por Cbtelevisión; o, podemos dirigirnos a San Francisco del Rincón en Guanajuato donde le negaron los servicios médicos a una mujer embarazada, de acuerdo con el portal Zona Franca.

Y así como lo anterior, la lista de ejemplos sigue y sigue, pues únicamente sabemos lo que se ha reporteado.

Gracias a un reportaje hecho por EL UNIVERSAL, sabemos que las principales molestias de los derechohabientes del IMSS e ISSSTE son: maltrato del personal, la lentitud para que los atiendan, y la falta de medicamentos.

Todo lo expuesto data del 2019, sin embargo, el problema no es reciente. Ya en el 2012, debido a una investigación realizada por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, que, a pesar de contar con las instituciones públicas de servicios médicos, éstas resultan insuficientes para dar cobertura a los 113 millones de habitantes (en aquel año), debido a dos cosas: Excluyen a una parte considerable de la población, y carecen de la infraestructura, personal, y medicamentos suficientes para una debida atención médica.

Debido a circunstancias personales, yo he tenido la oportunidad o necesidad de ir al Hospital T1 en dos ocasiones; la primera de ellas, en el 2016, pues un familiar mío sufría de una enfermedad llamada Trombosis venosa mesentérica, la cual requería de mayor, y mejor atención médica, e intervención quirúrgica, sin embargo, a pesar de ello, y del claro dolor que aquella condición causaba, lo sentaron en una silla de plástico, en la cual le hicieron esperar a su médico, todo esto aconteció el 15 de agosto del año previamente mencionado, fue hasta en la tarde-noche del 16 que finalmente le dieron una camilla. El 17 agosto, falleció.

La segunda vez, fue por una consulta. En el tiempo transcurrido en la sala de espera, aproximadamente 3 horas y media, pude percatarme de la soberbia de las secretarias, así como su completa falta de empatía por los enfermos. Un señor de sesenta años espero durante varias horas para que finalmente lo pudieran atender, a pesar de tener una herida abierta en la cabeza, que era cubierta por una simple venda.

Hoy, la salud es un tema mediático que puede desaparecer de los portales y titulares, dentro de unas semanas, o meses, pero los derechohabientes seguirán sufriendo de las notables carencias que hoy permean en el IMSS e ISSSTE aunque los reflectores ya no les apunten.

 

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