Las bebidas energizantes nacieron con la intención de ayudar en la fatiga o cansancio a los deportistas, pero hoy en día se mezclan con bebidas alcohólicas trayendo consecuencias negativas en el cuerpo, según los últimos resultados que se presentan en la reunión anual de laAmerican Heart Association muestran que una sola bebida elevaba la presión arterial y los niveles del cortisol (una medida del estrés), entre otros efectos dañinos.
Estas bebidas energizantes son una bomba de cafeína, vitaminas del grupo B, la taurina y el azúcar.
La cafeína provoca que suba la tensión y la adrenalina; esto puede llegar a provocar gastritis, deshidratación o causar un efecto rebote una vez que se te haya pasado el efecto.
Cuando se ingieren alrededor de 550mg al día puede comenzar a tener una adicción a esta bebida por la cafeína y esto conlleva a un riesgo cardiovascular, además de que los nervios pueden empezar a alterarse.
El azúcar que contienen estas bebidas es equivalente a 15 cucharadas. El consumo tan elevado de azúcar puede provocar picos de insulina y como consecuencia hará que el páncreas trabaje el doble.
Tomar azúcar en estas cantidades diariamente durante un largo periodo de tiempo hace que tengas todas las papeletas para sufrir una diabetes u obesidad.
El consumo de bebidas energizantes aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria, pero si a esto se le suma alcohol que es vasodilatador es un gran riesgo ya que puede provocar un enema pulmonar, taquicardia, insuficiencia respiratoria o incluso un paro cardíaco.
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