El manto acuífero de Yucatán está amenazado, advierte especialista

Si bien Yucatán descansa sobre un gran manto de agua dulce, a diario se enfrenta a una variedad de contaminantes como los sumideros y pozos convertidos en fosas sépticas, actividades como la ganadería, las granjas porcícolas y avícolas, desechos fecales, pesticidas y las pilas eléctricas que se tiran y cuyos productos químicos se filtran al subsuelo.

El ingeniero Jorge Antonio Lechuga Andrade, profesor investigador de la Facultad de Ingeniería Química de la Uady, explicó que nuestro manto freático peninsular es una riqueza, es de los más grandes del mundo y tiene agua dulce, salobre y salada, y por ello es necesario tomar conciencia de la importancia de su cuidado y preservación.

Aún se está a tiempo de tomar acciones, pero primero hay que crear conciencia sobre la disposición de la basura, de seleccionarla, lo hacen algunos, pero lo tenemos que hacer todos, dijo. En el uso de pesticidas es necesario revisar los que están permitidos y si algunos se filtran, con el tratamiento del agua se puedan eliminar.

“Hay que tener la cloración en el agua potable como se hacía hace años, en los 60 y 70, cuando te bañabas y se sentía el olor de cloro. El jabón tardaba en quitarse porque el agua tenía pocos sólidos”, comentó.

“Son muchas acciones y todos tenemos que cooperar”, agregó.

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